martes, 4 de noviembre de 2008

¡QUE TE AGUANTE TU MOMIA!

Todo lo que tú me dices me llena de hastío,
es la rutina miserable de quien no sabe nada,
la complacencia a ser siempre el mismo
y a no cambiar nunca de estilo.

Todo lo que tú me callas me llena de olvido,
es la esencia alarmante de quien no quiere nada,
la comodidad de ser un vulgar individuo
que come y que duerme en el mismo sitio.

Todo lo que tú me miras me llena de hueco,
es la pereza constante de quien no vale nada,
la indolencia sumisa a asumir ser cualquiera,
una mediocre y adocenada quimera.

Todo lo que tú me ciegas me llena de vista,
es la luz cegadora de quien nunca ve nada,
la llamada en silencio a acabar con la calma,
la palabra vacía sin saber pronunciarla.

Todo lo que tú me lees me llena de rabia,
es la certera certeza de quien no vive nada:
acaso me marche sin dejarte una nota
o te pida el favor de que cambies la cara.

1 comentario:

DesesPedro dijo...

No sé si eres un misógino, pero hay ciertas mujeres que te obligan a serlo.